Permiso para odiar
A ustedes,
células del infierno que,
tan bravas y tan soberbias,
encuentran de quién
Vivir.
¡Estúpidas!
¡No saben que
en ese hallazgo,
en la hora de la hora,
encuentran de quién
Morir!
La letra de Lalo es el espacio de mis no sagradas escrituras que comparto con ustedes.